Llegamos antes de las 9.30 a la biblioteca, son casi las 12.30 y lo único que he hecho ha sido perderme en el borrador del ensayo que hice hace una semana, y que tengo que entregar este martes.
Pero he re.aprendido algo.
Caminando el laberinto me he dado cuenta de que apresuro la vida, le doy apuros para intentar alcanzar exquisitos estándares de eficiencia. Sé que la vida son tres días, pero a menudo olvidamos que eso implica 259200 segundos. Y eso son muchos segundos!
Como si fuera una carrera, intento llegar a la meta con un gran diploma de hiperactividad, como para decir: mira! Todo lo que hice! Cuanto, eh?
Y no es que mi vida esté caracterizada por estrés y angustia de no poder con todo, de hecho mi vida está alcanzando el útopico adjetivo de la perfección; pero yo creo que se debe a que soy feliz con poco, cada vez con menos.
Doneu-me solet i afecte,
una cançó i món perfecte
d'eixos ben plens de tarats
nassos rojos i forats negres.
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